¿Por dónde empezar el análisis?
Cada construcción que se gestione sin unas bases firmes; en el corto, mediano o largo plazo, se verá en la penosa necesidad de colapsar. Este creo que será el caso puntual de las entidades planas y rígidas, como de las universidades estancadas en el siglo pasado. Es por eso que el Employer Branding se perfila como el gran verdugo de las organizaciones de papel. Es decir, de aquellas que se fundamentaron en los diplomas y nunca en las personas, que son las que realmente les dan vida.
Lo anterior lo vamos a resumir en la premisa de saber que, para tener los mejores ejecutivos, primero debes tener a los mejores seres humanos. En ese orden exacto y no al revés como lo han pretendido hacer creer.
Una explicación del error con humor trágico:
Para ir encaminando la idea y para una comprensión mayor, quiero remitirme a una publicación que encontré hace unos días en Facebook. Allí se parodiaba un intento de búsqueda de empleo por parte del genio fundador de Apple Steve Jobs, en Colombia. Fue muy creativa la situación ya que la supuesta directora de talento humano, rechazaba a Jobs, con la excusa de falta de estudios superiores. Es decir, pregrado, especialización, maestría, doctorado y postdoctorado, dejando de lado las contundentes justificaciones de su capacidad para el cargo. Entre ellas el haber creado el IPad, IPod, IPhone, Pixar, Next, etc., y de haber cambiado el mundo con sus creaciones e inspiración.
Volviendo a invocar Jobs, recuerdo cuando alguna vez respondió en una entrevista a la pregunta ¿Usted contrata a los mejores diseñadores? Con un contunde “¡NO! solo a los más apasionados”. Por esa misma línea están empezando a caminar grandes organizaciones como Google, Facebook, Microsoft, Virgin, por mencionar algunas. Que basan su búsqueda de talento en los más innovadores, comprometidos, familiares, con valores, apasionados y no en los títulos universitarios o promedio de calificaciones.
Employer Branding el ocaso de las organizaciones de papel:
Esto que parece tan inconcebible, humorístico, incoherente y sin visión; lastimosamente, nos lo encontramos a diario en las organizaciones. Razón que ha inspirado mi lucha por la innovación y la felicidad laboral desde hace mucho años, y por ende el contenido de este blog. Sencillamente porque de no cambiar este mal enfoque, antes que personas, van contratan diplomas andantes.
Sé de sobra la explicación aparenta que pretenden dar a esta situación en las organizaciones que se quedaron en el tiempo. Ya que la he escuchado cientos de ocasiones, y se basa por el cumplimiento de los supuestos “procesos de calidad”. ¿Será que la contratación de Richard Branson le hará daño a dicha exigencia? Como lo concibo yo, y como lo ven muchos avanzados en el tema, la respuesta es fulminante ¡Absolutamente NO!
¿Por qué las organizaciones se rehúsan a cambiar a una estrategia de Employer Branding y le siguen apostando a seguir siendo organizaciones de papel?
Simplemente esto se repite en una gran cantidad de casos, para alejar competencia potencialmente peligrosa, desde el conocimiento, la experiencia y la pasión. Esta última, cátedra que nunca verás en una universidad, porque esta no se enseña, viene en el ADN y se potencia con entrenamientos de MarketCoach.
Otra explicación válida que he encontrado y la he escuchado de propia boca de directores de talento humano es: “¡No voy a ser único incauto!”. “Que pasen por lo que yo pasé y así sentiré que no desperdició tantos años dentro de un aula de clases, por una certificación”. Dejando de lado los deseos de aprender, crecer y transmitir ese conocimiento a todas las personas que le rodean. Desconociendo que profesional no es el que obtiene un papelito llamado diploma, sino el que profesa lo que hace.
¿Quiénes han impulsado de manera notoria esta subcultura?
Los grandes patrocinadores de este mortal virus han sido las universidades. Porque en su poca visión innovadora y por no ver más allá de una rentabilidad económica, se han encargado de mutilar el pensamiento de sus estudiantes. Colocándolos con esta actitud, dos tapones en los ojos que les impide ver el panorama completo. Dejando solo una visión parcial en la cual pareciera que las especializaciones, maestrías, doctorados y postdoctorados son la única luz al final del túnel. Será oportuno también precisar que nunca es bueno generalizar, pero si resaltar que es un patrón que se repite con frecuencia en un altísimo porcentaje.
¿Por dónde debería estar la salida a esta situación crítica?
No pretendo ser necio o sesgado en mi pensamiento, tan solo quiero decirte que el mundo ha cambiado. Que la llegada de los Millennials es la comprobación fehaciente de la afirmación, y que universidades y organizaciones planas deberían cambiar su plan de negocios. Para hacerme entender de una mejor manera, te voy a crear un paralelo con lo que ha pasado en la música. Donde dejaron de centrar su negocio en la venta de discos, para salir a comercializar recitales o conciertos. Llevando esta visión al ámbito universitario, deben hacer un viraje de 180 grados y migrar a la democratización del conocimiento. Es decir, a compartirlo de manera gratuita, y ahora sí de alta calidad en la práctica, y no solo en otros papelitos obsoletos, llamados acreditaciones.
Ya sé que vos estarán pensando ¿Bueno y cómo se van a sostener económicamente las universidades? Y la respuesta es fácil, en esa democratización del conocimiento, deberán crear grandes departamentos de cazatalentos. Los cuales se predestinarán a la investigación y generación de proyectos de innovación social y empresarial, aplicables y de impacto real. Dichos proyectos deben ser fondeados por el estado y por el sector privado.
Employer Branding: La solución para que las universidades dejen de seguir creando organizaciones de papel:
Las universidades deben reinventarse como las escuelas de formación deportiva, donde se invierte en los semilleros, para tener los mejores talentos a futuro. Con base en lo anterior, poder recuperar la inversión hecha por dichos entes, y de igual forma, poder fondear la operación con un mayor alcance cada vez. Créeme que no es ni fantasioso o utópico, porque esto ya se hace. Prueba de ello lo podés comprobar en dos industrias gigantes y millonarias como lo son la NFL y la NBA.
En la etapa formativa se debería hacer un énfasis enorme en el trabajo colaborativo. Para que una vez avanzado en el camino, este se anime a volver la mirada atrás y ayude a los que recién inician la marcha. Acá tendrán la verdadera semilla para hablar de innovación social y competitividad empresarial.
En este vídeo vas a entender de manera creativa, simple, pero contundente, los conceptos básicos de la creación de una estrategia de Employer Branding y que será la cura para las organizaciones de papel. Disfrútalo y antes que nada, entiende que la felicidad laboral no es una utopía, es una realidad y está más cerca de lo que crees
Employee Advocacy: El as bajo la manga para que lo sepa todo el mundo de manera estratégica
Imagínate una transversalidad en la academia que permita que proyectos sean liderados por estudiantes de las áreas de cátedras de ciencias sociales. Defendidas por áreas de abogacía; generando alimentos animales y vegetales mejorados por agronomía, veterinaria y zootecnia, con el fin de mermar la desnutrición infantil. Todo esto acompañado y direccionado por los expertos en nutrición y cocina, para que aparte de cumplir con el anterior parámetro, también sea muy rico. Complementando de manera estratégica este gran proyecto, harán su aporte en promoción, posicionamiento y ventas, estudiantes de las facultades de Marketing y Comunicación.
Adicionalmente, este par de facultades se encargará de contar al mundo lo que se está haciendo. Permitiendo la visibilidad a los estudiantes, su posibilidad de crecimiento, posicionamiento y la generación de contenido que permita ser fuente de inspiración para los que vienen en camino. Ahí sí tendremos verdaderos rock star en las universidades y no simples generadores de escritos indexados en revistas que un minoría consulta. ¿Cómo se llama esta estrategia de marketing que te acabo de contar? Employee Advocacy, y es el futuro del mundo empresarial.
No se lo tomen como algo personal…
En realidad, no tengo nada en contra de las universidades. Es más, las quiero tanto que por eso elegí una decana de psicología para que me acompañará en la vida como esposa. Decisión que fue mi mejor elección, misma que aprendí y compruebo en el día a día, y no en un pregrado o posgrado.
Como consejo final para vos te sugiero de manera respetuosa: estudia e investiga cada vez más, pero por crecer y ser mejor ser humano. No simplemente por tener un nuevo elemento decorativo de tu casa u oficina. Recuerda que el conocimiento, es el único recurso que crece, si se comparte. Así que, a vencer creencias, a cambiar el mundo, y a dejar tu marca indeleble en él, de la mano de tu Marca Personal. Permitiendo que el Employer Branding sea ese gran plan maestro de modernización de las organizaciones de papel a las grandes inspiradoras corporativas.